Keiko Nos Ayuda a Ser Profesionales

            La posibilidad de hacer esos dulces tan atractivos, que están perfectamente dispuestos en los estanes de las distintas pastelerías, siempre ha escapado de entre las manos de los ciudadanos de a pié. El hecho de que la receta que nos han dado no esté completa o el no tener la habilidad para que nos quede tan bonito como, ya no debe suponer una preocupación. Hace una serie de años una chef japonesa se propuso que su meta era enseñar la alta repostería a amas de casa, universitarios u oficinistas. Por muy descabellada que parezca la idea es a esto a lo que se dedica la chef de repostería Keiko.

        Esta chef abrió hace unos años una página web llamada keikos-cake.com en la que se dedicó a subir videos y recetas donde explicaba paso por paso qué había que hacer en cada momento. Keiko es profesora, y está dispuesta a que su perfil de alumnos sea el de aquellos que no lleguen a servir sus dulces más que a amigos o familiares. Pero además de esto debe de ser una persona con gran acopio de paciencia, o buena capacidad para saber conectar con cualquier persona que carezca de formación culinaria. Esta chef parece que llegará a convertirse en la Madre Teresa de los reposteros amateurs.  

       Cobra diecinueve dólares al mes por los servicios que ofrece, lo que es una miseria. Keiko ha trabajado tanto en Japón como en Alemania y ha llegado a conseguir el grado "Meister". Las fotografías colgadas en su página web nos muestran suculentos postres irresistibles; raisin sandwich, party bread, citron roll, raspberry Lychee Tart, banana cake, williams vainilla, pan de melón, etc. Si el usuario prefiere no hacerse miembro también puede optar por pagar por receta obtenida.

        En cuanto a "atención al cliente" si los postres no salen o hay algún problema, Keiko está disponible para ofrecer soluciones a través de su e-mail. En la página web especifica que con tan solo un par de fotos a un resultado nefasto nuestra chef-médico puede averiguar cuál ha sido el problema.

       Recetas a mano y asistencia casi inmediata, dos valores añadidos lo suficientemente potentes como para atraer a este público, que aunque no es profesional tampoco hay que desestimarlo. "La tarta de mi madre", "los postres de mi abuela" , en frases como estas se esconde la chispa que en su día avivó el interés de algún gran chef por la cocina.