El jamón ibérico, un producto de la gastronomía española y, de un tiempo a esta parte, ya internacional. Por supuesto este sitio se lo ha ganado por su respeto a todos los más y menos exigentes paladares, sin hablar, sin respirar, sin molestar, sin enfadarse. Siempre con buena cara le llevamos de un sitio a otro, hacemos de él nuestra mejor carta de presentación, nuestro mejor amigo, sin duda un gran anfitrión del que presumimos y hacemos lo que en cada momento nos interesa con él. ¡Qué agradecido y valiente manjar! No dice ni pío y nos queda de primera. Todos nos lo dicen cuando les ofrecemos unas finas lonchas en el momento adecuado, nuestros invitados exclaman "qué manjar", "qué rico". Y nosotros, sin darnos importancia, como sin querer la cosa y para volver a presumir más, decimos: "bueno, es un jamón, me lo regalaron". Y el jamón no se queja... En fin, hacemos con él de todo y, por darnos, nos da hasta economía, ¡mucha economía! No por lo que nosotros le pedimos, nos lo da por cómo es: un producto nº 1 gourmet, junto a esas personas que lo elaboran y están a su alrededor y nos hacen llegar este delicatessen a nuestros hogares y negocios con su largo y mimado trabajo.
Hablemos de respetos. Yo personalmente, y gracias a mi profesión, he tenido la suerte de haber degustado exquisitas raciones de jamón en muchos rincones del mundo. Por nombrar algunos, Inglaterra o Asia son dos de los sitios a los que no me queda menos que decirles ¡olé! Con qué profesionalidad, respeto y seriedad te sirven tu ración de jamón cortado en el tiempo que tiene que ser, o sea, el tiempo que se precisa para hacerlo bien, ordenado perfectamente en su plato, como si de una obra de arte se tratara, mimando la temperatura para poder deleitar todos y cada uno de los sabores del bocado. Esto es un verdadero espectáculo gourmet. Y digo esto, no porque en España se haga mal, al revés, estamos en la cuna del jamón y tenemos profesionales envidiables que han aprendido el respeto por este producto. Pero de un tiempo a esta parte también estamos viendo mucha gente que dice ser cortadora de jamón. Muy señores míos, con todo mi respeto, ¿saben ustedes cuál es el significado de la palabra cortador de jamón? Yo sí. El señor DON JAMÓN IBÉRICO pide, sin saber hablar pero sabiendo trasmitir, que quiere estar en buenas manos, manos de los justos, no de esos señores que hacen de él feas faenas, ni de campeonatos, concursos, récord guines, récord de rapidez, récord de lonchas, de metros... Los que lo hacen es con el único fin de ganar dinero y hacerse conocidos. Señores, sólo les falta lanzarle al aire.
"Por favor, respeten, dedíquense a otra cosa que eso no se hace conmigo. Porque necesito ese respeto como cuando tú me llevas, me traes, me subes, me bajas, me cortas, me comes y presumes de mi".
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr