Con el estreno de la nueva Organización Común de Mercado (OCM) del vino el pasado 1 de agosto llegan aires frescos para el sector vitivinícola, sobre todo para el español que podría convertirse en una importante "potencia en el mundo del vino" cuando se alcance el horizonte de 2006, año en que finaliza la inyección financiera comunitaria.
La modificación de la OCM del vino fue bastante favorable a los intereses españoles, a pesar de tener que "tragar" con la tan denunciada "chaptalización" (adición de azúcar al mosto para aumentar la graduación alcohólica), práctica de los países del norte.
Pero a pesar de esta "pequeña derrota", el sector no puede negar que algunos de los más importantes puntos de esta regulación comunitaria son favorables a España, sobre todo, la reestructuración y reconversión de viñedo, que aunque no es la panacea si es una importante oportunidad que los viticultores no desaprovecharán. EFEAGRO
