Una Gastronomía Regional Llena de Curiosidades: la Gallega

La gastronomía de nuestro país es muy rica y variada debido a las características que aporta cada comunidad autónoma. Esta ha ido evolucionando a la vez que nuestro país por lo que existe mucha diversidad en la misma y está influenciada por las regiones que componen España tanto rurales como costeras, así como por otras culturas que han habitado aquí.

Los romanos nos trajeron a nuestra gastronomía la cocina mediterránea junto con la producción de vino como bebida principal. Por otro lado, la conquista de Al-Ándalus nos dejó productos tan conocidos en nuestra gastronomía como el arroz, la berenjena, las espinacas, la sandía o el limón. Asimismo, tras el descubrimiento de América se importó del viejo continente ingredientes como patatas, tomate, pimiento, pimentón, cacao y chocolate.

Todos estos periodos históricos han dado lugar a una gastronomía muy variada y de gran calidad.  Una de las comunidades autónomas con más tradición gastronómica es Galicia, cuya cocina goza de gran relevancia y variedad.

La gastronomía gallega se caracteriza por la alta calidad de todas las materias primas ya sean carnes, pescados, mariscos, verduras y hortalizas, lo que proporciona una gran cantidad de platos típicos.  Además, la forma de cocinar estos productos es sencilla, siempre intentando no condimentar mucho la materia prima, por lo que se puede apreciar todo su sabor de forma totalmente natural.

Tradición y variedad

Una cocina con tanta tradición y variedad goza de una serie de platos típicos, así como de curiosidades sobre los mismos. Uno de los platos más conocidos es el pulpo a feira, el cual debe su nombre a que era el plato estrella en las ferias en las que los granjeros compraban todo tipo de productos como ganado u hortalizas.

Al tener que trasladarse a la ciudad y recorrer varios kilómetros para realizar estas transacciones se quedaban a comer o cenar y el producto estrella era el pulpo. Preparado por las mujeres pulpeiras en grandes calderos de cobre, era uno de los manjares más apreciados por las personas que vivían en el interior de la comunidad puesto que era uno de los pocos productos provenientes del mar que se podía trasladar fácilmente a las zonas del interior.

Otro de los platos típicos de Galicia son las empanadas. Su existencia data del s XII y se pueden ver talladas en el pórtico de la catedral de Santiago de Compostela. Era la comida ideal para viajantes ya que su contenido al estar tapado con la masa evitaba que se pusiera en contacto con el polvo de los caminos. Además, para realizar la masa no sólo se utiliza agua y harina de trigo (de maíz en algunas zonas) sino que también se utiliza manteca de cerdo ingrediente que aporta ese sabor tan característico de este plato.

El lacón es uno de los ingredientes de otro de los platos típicos de la gastronomía gallega, el lacón con cachelos. Parece una receta sencilla en la que sólo hay que cocer el lacón y las patatas sin embargo para que nos sepa tan rico como lo preparan en Galicia debemos poner el lacón a desalar unas 48 horas antes. Durante la elaboración debemos de cocer a la vez el lacón, las patatas, chorizos y grelos (brotes del nabo), de esta forma obtendremos un plato sencillo con un sabor espectacular ideal para comer en la época de carnavales ya que tradicionalmente era el plato típico de dicha festividad.

Por otro lado, uno de los postres más representativos de esta comunidad es la tarta de Santiago. Este postre surgió durante la Edad Media y son pocos los datos que se tienen sobre su origen. En 1557 Pedro de Portocarrero visitó la Universidad compostelana y obtuvo la receta de la torta real, cuyos ingredientes eran los mismos que la actual tarta de Santiago, por lo que este es el primer dato que se tiene de este postre tan típico en Galicia.

Sin duda, la gastronomía gallega goza de una excelente calidad de materias primas tanto en pescados y mariscos como en carnes (la carne de ternera tiene un sello de calidad en el que se garantiza que el producto es gallego) y de unas elaboraciones sencillas con ingredientes muy accesibles para todos los bolsillos y todos los gustos.

Sara Vigil