Alberto Chicote Abre en Madrid el Restaurante Hispano-Japonés “yakitoro”

Alberto Chicote, natural del madrileño barrio de Carabanchel Alto, fue uno de los precursores de la cocina asiática en España junto a otros chefs de este ámbito, como Abraham García, del restaurante “Viridiana” y Ricardo Sanz, de “Kabuk”. Por otra parte, Chicote también es conocido por ser también uno de los pioneros en la cocina de fusión.

Sus comienzos los encontramos, tras haber trabajado en restaurantes como Zalacaín, Lúculo, Sibaris, La Taberna de Liria o El Cenador de Salvador, con la apertura del restaurante Nodo. Se trataba de un espacio con una estética muy innovadora para el Madrid de entonces, con tendencias que tiraban hacia la estética londinense o neoyorkina y que comenzaba a mostrar la fusión de diferentes gastronomías mundiales.

Sin embargo, el chef se ha convertido en la actualidad en todo un personaje televisivo, gracias a la versión española de “Pesadilla en la cocina” y, posteriormente, de “Top Chef”, que emiten La Sexta y Antena 3 respectivamente. 

Y ahora, decide volver a la cocina de un restaurante como gerente, en un local ubicado en la calle de la Reina 41 de Madrid. Es el “Yakitoro”, un lugar inspirado en la tradicional taberna japonesa de yakitori, donde la elaboración de los alimentos se realiza al carbón y en directo. El yakitori es un plato japonés que equivaldría a la brocheta occidental, es decir, alimentos insertados en un pincho y cuya receta original japonesa se elaboraba con pollo.

Chicote toma la idea y crea su fusión con la comida más tradicional española. Así, en el menú elaborado por el cocinero, podemos encontrar yakitoris según la procedencia de sus ingredientes: yakitori 'de la tierra', 'del agua', 'de la granja', 'de la finca' o 'de la huerta', que van desde los 2,5 a los 6 euros. Cada brocheta puede complementarse, también, con pequeños platos de acompañamiento, como patatas fritas, puré o arroz blanco y, por supuesto, el postre.

Los platos estrella del menú de “Yakitoro” están compuesto por albóndigas de cerdo lacadas con piel de romero; un plato de cebolletas frescas asadas con salsa de romescu, en homenaje al calçot catalán o un yakitori de cocido madrileño. “Cocinamos desde la tradición pero la interpretamos con actualidad y desparpajo”, dicen en la página del restaurante.

Chicote también ha puesto especial cuidado en detalles como la elaboración de una variada oferta de cerveza y la colocación de una cavidad llena de hielo en cada mesa, para el mantenimiento correcto de la temperatura de las bebidas.

Como podemos ver, Chicote nos propone esta curiosa y alegre mezcla de gastronomía nacional e internacional, donde encontraremos un “espacio divertido y desenfadado, donde todo sucede alrededor del cliente, y en el que el fuego y el hielo son elementos recurrentes”, dice el chef.