El Big Bang de la Cava Baja -una calle imprescindible para los madrileños y no madrileños que en ella confluyen, confraternizan y se divierten sin barreras- se acelera aún más con la vuelta del otoño, y también con la expectativa de unas Navidades felices, que por cierto ya están a la vuelta de la esquina.
La Camarilla, por su parte, recibe con alborozo la temporada, acoge de nuevo a sus clientes, preparándose para la avalancha de los próximos meses, y da los últimos toques a la profunda reforma del establecimiento que llevó a cabo durante las vacaciones estivales: un nuevo interiorismo ha puesto fin a la nostálgica singularidad de la decoración de antaño a favor de una modernidad más simplista, nítida y luminosa. Cuadros de Sofía Madrigal y Raúl Bravo, en blancas paredes y grandes lámparas del mismo color, nos abren el camino hasta el salón. Pero no se trata sólo del cambio de ?look? de los comedores: se ha querido subrayar también un nuevo enfoque de cara a los clientes, ?¡abajo las cadenas!? que acaba con las barreras intangibles que hasta ahora separaban la zona exterior y la barra del comedor interior. Es decir, los clientes del restaurante propiamente dicho podrán consumir tapas sin tener que limitarse a los platos de la carta principal y, en la otra cara de la moneda, los habituales de la barra podrán aposentarse sin complejos en el antiguo ?sancta sanctorum?, comer a base de tapas y hacer alguna incursión, si así lo desean, en la aludida carta principal.
En la zona con más tradición de huevos de Madrid, este establecimiento se compromete a servir sus huevos estrellados, siempre con dos yemas. Actualmente La Camarilla es visitado por un importante número de jóvenes admiradores del buen vino, ya que en su carta se pueden encontrar vinos de al menos 15 Denominaciones de Origen a un precio más que razonable.
Los resultados de esta nueva filosofía empresarial no se han hecho esperar, traduciéndose en una mayor ocupación global, y la carta apenas se ha modificado salvo en detalles aislados como la sustitución del arroz cremoso de vainilla por el tiramisú. Los clientes siguen sorprendiéndose con platos como las patatas glaseadas, como el solomillo y chorizo ibérico o el mezclum de lechugas y atún artesano con apio. Se mantiene la terrina de foie con zanahoria escarchada y soja moscatel, y otros ricos entrantes. Ahora bien, si quieren disfrutar de verdad, a la hora de pedir háganlo pensando en pedir algunos de sus postres, alucinarán en colores.
Perduran, naturalmente, el Menú La Camarilla con selección de entrantes para compartir, segundo plato a elegir de la carta según gusto del cliente y selección de postres por 30 euros (IVA incluido), también el Menú Tapeo, con selección de entrantes a compartir, segundo a elegir de la barra y selección de postres por 12 euros, (IVA incluido) o el solicitadísimo Menú Mediodía, por 10Ž90, IVA, pan, bebida y postre incluidos.
La Camarilla, Cava Baja, 21, Madrid, tno. 913 540 207.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr