Los alemanes especialmente, pero también ingleses y nórdicos de toda procedencia que viven con nosotros, se toman muy seriamente la cuestión y se aproximan a nuestra idiosincrasia y costumbres como un símbolo de amistad e integración. Hablar en mallorquín, la comida de aquí, los quesos nuestros, son pruebas de amor a esta tierra y a nosotros.
Descansadamente, hoy día un amante de los quesos puede encontrar en el mercado de cualquier población de la isla, verdadera variedad de esplendidos quesos mallorquines, elaborados todos ellos con pasión, con verdadero amor.
Basta conocer a quienes los producen para darse cuenta de que el queso de esta isla no parará de aumentar en todos los sentidos, los técnicos y los comerciales hasta verse más allende la isla.
Efectivamente, sugerimos, por un decir, que se pruebe el viejo bodega de Grimalt, desarrollado por Guillermo Burguera y su familia, o el queso de cabra de C?as Concos cuyo delicioso sabor de cabra le hace único en la isla y aún el queso procedente de la maravillosa finca de S?Atalaia, situada muy cerca de la llucmajor. No dejes de probar el mallorquín extra de Campos con unas lonchitas de tomate y un chorrito de aceite.
Si llegase el caso de que Mallorca, a causa de las circunstancias, dejase de ser la opulenta y volvieran a tomarse en cuenta los copos blancos de nieve que antes significaban un buen el año de bienes, seguramente que algún bon atlot podría pensarse volver a criar ovejas para leche, sin ser el que hace reír, sino el que merece un elogio.
Amigo querido, los quesos de Magdalena y Marieta, lo que es hoy, no los gustas ni siquiera siendo amigo del rey, pero como te he dicho, el consuelo que resta no es para olvidar en un arcón.
Cuando las nubes provenientes del norte derramen nuevamente sus nieves blancas sobre esta sierra Tramuntana e ilusionados soñemos con otro año de bienes, demos rienda suelta nuestra esperanza porque hay muchos que se esfuerzan en recuperar y salvaguardar las viejas tradiciones y las viejas artesanías.
Les deseamos amplio éxito. Nos hace falta recuperar la armonía con la naturaleza y con Nuestro Señor para volver a tener aquella paz de que nos hablaba el susurro del viento enfrentados a la dramática corteza de los troncos de los olivos.
Prueba con ésta receta: 250 gr de mallorquín semi 1 huevo 250 cc cerveza Œ cucharadita de mostaza en polvo 1 pizca de pimienta de cayena, sal 8 rebanadas de pan de molde tostado Mantequilla
1. Pues nada, ralla el queso y fúndelo al baño maría, añadiendo la cerveza que esté a temperatura ambiente, despacito.
2. Bate el huevo y le añades la mostaza, la cayena y la sal.
3. Ahora, incorpora todo bien hasta formar una crema espesa.
4. Las rebanadas de pan las untan con la mantequilla y después con el preparado.
5. Lo último: pones las rebanadas de pan preparadas en el horno a 180º desde el primer minuto y durante 10 minutos, para que se doren. Sírvelas calientes.
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr