Setas Venenosas, ¿Quién las Quiere?

Queridos lectores:

Hace quince años que en el hospital de Bellvitge de Barcelona montan exposiciones de arte para que la estancia de los enfermos y sus acompañantes sea más agradable. Han desfilado, por las paredes de la sala, numerosos cuadros de los médicos, las enfermeras y varios artistas que han prestado sus obras para la causa.
En una de las muchas ocasiones, la exposición se hizo sobre las setas. Tenía, aparte de la lúdica, una intención educativa, que era la de dar a conocer cuáles son tóxicas y cuáles son buenas, ya que las hay de todos los tipos, en el campo.

Y mirándola pensé: ¡Vaya gracia ir al campo a buscar unas setas para poner en un guiso y verse las caras directamente con la muerte! ¡Dios mío! ¡Qué mala suerte! Me dije: ¡Que no es ninguna tontería saber cuáles son las setas ricas y nutritivas, las tóxicas y las mortales! (Definitivamente éstas no son nada recomendables para un guiso).

Fijaos en lo siguiente:

1. ¿No es oro todo lo que reluce?

2. ¿Más vale prevenir que curar?

1. Una seta nos puede parecer sabrosa y llamarnos la atención: ¡Qué rica! ¡Voy a cogerla de inmediato y la meto en el horno! ¡Y luego es tóxica! Mira que parecía tan preciosa. Pues no es la ideal para el guiso de ternera que teníamos entre manos. No nos podemos fiar simplemente de la cara externa de las setas si conocerlas verdaderamente. Igual sucede con las personas, por cierto.

Setas traidoras, traidoras setas...

2. Por otro lado, considerando la posibilidad de que sean venenosas, quién nos mandará cogerlas ¿No?... Podemos cocinar con aceitunas, tomates, lechugas... ¡Con tantas cosas¡... Pero nos gustan y entonces, si es la época, las cogemos del campo, si hace falta. Pues si queremos prevenir el hecho de coger una intoxicación o de morir un día, es mejor comprarlas en el mercado. Está claro que el peligro está en ir directamente a buscarlas sin conocer las especies y elegir mal una pieza. No hay que exponerse a cogerlas tóxicas o incluso mortales ¡Con sonrisa incluida, dedicada al guiso que imaginamos que vamos a hacer en casa con la carnecita tierna y la setita bien rica! ¡Qué lastima de cena la que se hace con una seta venenosa! Al amparo de velas, un buen vino y la mejor compañía. Pues lástima de la seta. La monada lo lleva todo al carajo: ¡Con una intoxicación aguda al hospital! No está mal estar informado de setas. Buena exposición.

He aquí el poema que hizo un intoxicado por una seta tóxica no mortal. Que lo dedicó a una de las enfermeras que le cuidaron:

Setas, setas, para qué os quiero...

Yazgo intoxicado en Bellvitge, en estos lares de la bella ciudad, que no en mi casa con la guisá

Menos mal que me curan, Por la gracia de Dios, con mucho mimo y destreza: Cura sana, cura sana, ¡Que si no se cura hoy, se curará mañana!

Si por vosotras fuera....

Sin setas, sin vino, sin guiso, sin ternera.

¡Menos mal de la enfermera!

¿Algún comentario? sandrallubia@yahoo.es