6963 recetas de cocina   |   17316 noticias de gastronomia   |   579 autores   |   21 empresas



La Cocina Del Imperio Romano Y su Historia


share by WhatsApp



Manuscritos redactados en latín que datan de finales delsiglo IV y comienzos del V de la actual era, revelan que la vulva de cerda
estéril y los bulbos, como los puerros, el jacinto, el gladiolo y el
asfódelo (gamón), eran los principales alimentos afrodisiacos que incluían
los romanos en sus comidas.

Théodore Géricault

El libro "La cocina del Imperio Romano y su historia", que acaba de
publicar la editorial granadina Dulcinea, traduce estos textos, que explican
que la cerda de la que se extraía la vulva debía de ser joven y conservarse
virgen o estar castrada, esto último que hacían después de tenerla en ayuno
un par de días.
Los romanos comían, preferiblemente, las vulvas de las gorrinas paridas,
y el escritor Plinio precisa que eran mejores "después de un aborto que del
parto natural".

El autor de la obra, Luis Benavides-Barajas, recoge en la publicación una
receta culinaria del gastrónomo del siglo I d.C. M. Apicius, "pilar
fundamental" de la cocina romana, que indicaba que las vulvas debían
sazonarse con silphium y mezclarse con vinagre y caldo o garum (aderezo para
la mayoría de los guisos consistente en una especie de salmuera o salsa
preparada con jugos de varios pescados). Otra forma de prepararlas era utilizando pimienta, semillas de apio, menta seca, miel y vinagre, para luego asarlas a la parrilla mezcladas con salvado y salmuera. Este alimento también se solía presentar a la mesa relleno con carne de cerdo picada, puerros, ruda y garum con pimienta y piñones, que se cocían en agua con condimentos, puerro y eneldo. En cuanto a los bulbos, que "se llevaban la palma" entre los romanos como afrodisiacos, según Benavides-Barajas, el moralista Marcial definía sus virtudes en su epigrama "Si la mujer es vieja y tu miembro está difunto, no podéis hacer otra cosa que a la fuerza comer bulbos".

El vino de aromas, una mezcla de vino y miel, se consideraba igualmente
un estimulante "para excitar la voluptuosidad y predisponer al amor", y
Apicius aconsejaba en su libro "De re coquinaria" prepararlo de la siguiente
forma: "se hierve con un poco de pimienta, azafrán, dátiles y nardo con
almaciaga, se deja enfriar y luego se hierve de nuevo hasta conseguir cierta
consistencia para el brebaje".
Otra fórmula del mismo gastrónomo, recogida esta vez en su libro "De arte
coquinaria", es la del vino de rosas, para el que se debía quitar la parte
blanca de los pétalos de flores frescas y secas, ponerlos en vino,
macerarlos durante unos días y consumirlos con miel tras haber realizado dos
o tres veces esta operación.
La flor de lis era considerada también por los romanos una planta
erotizante, ya que su raíz recuerda, según Plinio, a los testículos, porque
consta de dos tubérculos, aunque con la salvedad de que el más grueso de los
dos reprime los deseos amorosos si se reduce a polvo y se toma con leche de
cabra.
Los espárragos, las malvas, y el apio y sus semillas con pasas, garum y
otras mezclas de hierbas, eran considerados unos de los mejores
estimulantes. La publicación concluye con que la mayoría de las esposas eran infieles
en Roma y "las que se mantenían castas era porque ningún hombre las
cortejaba", puntualizan las palabras de Ovidio.



  1 COMENTARIO




15/03/2016  |  15:19
Como se consigue ese libro en México?
100% de 1

SÍGUENOS
          
SUBSCRÍBETE





AFUEGOLENTO EMPLEO

AUTOR DESTACADO

   

Albert Adrià

Redes sociales: https://www.instagram.com/enigma_albertadria/ https://www.instagram.com/albertadriaprojects/

3 recetas publicadas

Ver blog del autor














Desde 1996, el magazine gastronómico en internet.


© 1996 - 2024. 29 años. Todos los derechos reservados.
SUBSCRÍBETE

Recibe las novedades de A Fuego Lento


SÍGUENOS