España Gana la Copa Del Mundo de Pastelería

Los equipos españoles tuvieron que participar nueve veces en este importante y único concurso profesional mundial de pastelería, ideado por el célebre pastelero Gabriel Paillasson del 1947 de Feurs, que ya desde la primera edición del 1989 (después de la primera edición del Bocuse d’Or en el 1987), ha dejado inquietos a millares de pasteleros desde entonces hasta el 2009 sin conseguir un peldaño del podium, es decir plata o bronce, para llegar a ganar el oro en 2011, o sea, la tan ambicionada copa con relativa medalla, que es sinónimo de gran profesionalidad y eficiencia para el equipo español.

Bajo la presidencia de la selección española 2011 de Yann Duytsche, los tres profesionales eran: Jordi Borda Santacreu de 1977 (director técnico en pastelería, Santacreu 2000, Viladecans), Josep María Guerola de 1985 (Dolç par Yann Duyschte, Barcelona), y Julien Álvarez de 1984 (formateur, Ecôle Bellouet Conseil, Paris), entre otras, elaboraron una bella y deliciosa obra en forma de brújula de chocolate, la cual los llevó a la victoria recibiendo también la bonita suma de 12.000€.

El trío español consiguió superar a los aguerridos italianos, cuyo equipo compuesto por Davide Comaschi, Domenico Longo y Emmanuele Forcone, salió segundo en la clasificación recibiendo la medalla de plata con 7.000 €, pero Italia ya ganó la Copa en 1997, una plata en 2009 y dos veces el bronce en 2001 y 2007. Y tercero quedó el equipo de Bélgica que recibió la medalla de bronce con 4.000€, y este país también ganó la Copa en 1995, tres veces la plata en 1993, 1999, 2007, y dos bronces en 2003 y 2009, respectivamente.

Además el trío español recibió otro premio de gran valor, nada menos que una vasija preciada de Sèvres ofrecida por el Presidente de la República Francesa, tramite el prefecto de región, Jean-François Carenco. Otros premios fueron dedicados como el del hielo esculpido al Japón, premio del chocolate a Corea del Sur, premio del azúcar a Estados Unidos, premio de equipo y premio del mejor póster a Taiwán, premio para la mejor promoción a Reino Unido, y un premio especial de Prensa a Japón.

Cada equipo estaba compuesto de un pastelero, un chocolatero, y un escultor de hielo; disponía de diez horas para realizar: tres entremets al chocolate, tres entremets helados a la frutas, doce desserts al plato representativos de las tradiciones y tendencias del propio país, una obra artística en azúcar, una obra artística de chocolate y una obra artística de hielo esculpido. Y si diez horas parecían muchas para alguien, fueron en realidad demasiadas pocas para realizar toda esa cantidad de obras que debían estar perfectas y presentadas según el tiempo impuesto y preestablecido por cada equipo, eventuales retrasos o imperfecciones comportaba perder puntos.

El lunes 24 de enero fue el día de la gran competición para el equipo español (el 2º día de la contienda) con inicio de los trabajos a las 6h46 en punto. La primera salida: Degustación entremets chocolate a las 10h56. Segunda salida: Degustación entremets glacés a las 13h27. Tercera salida: Degustación dessert á l’assiette a las 10h24.

Por supuesto, los concursantes españoles pudieron acudir el primer día (domingo 23), en el nuevo espacio para los espectadores (2.400 plazas) y ver y notar las obras de los doce colegas que actuaban. Pero también los forofos ibéricos que eran más de un centenar (mal contados), acudieron ya en las primeras horas de la mañana para ‘sobrecalentar el ambiente’ (así decían), pero sobre todo para apoyar a su equipo con banderas, grandes y pequeñas, caras tatuadas con los colores de España, cantos regionales, y con cualquier objeto con tal de que hiciera ruido: trompetas, tambores y, aunque no estuviéramos en Sudáfrica, también había esas infernales y ensordecedoras wuwuzelas que no se aplacaban, al contrario, como un crescendo rossiniano, andaban aumentando cuando al final fueron anunciados los primeros tres ganadores; 3º Bélgica, 2º Italia, y ¡1º España!

Entre las novedades de la nueva sede “Paul Bocuse” para los concursos con 24 cocinas-boxes sin techo, merece ser citado un objeto que cada vez que salía por los aires muy silencioso, atraía la atención de los espectadores: era un ‘drone’ (se utilizan en guerras pero mucho más grandes), éste era del tamaño de una pequeña bicicleta pero con cuatro largas piernas como tienen las arañas y, como una libélula, revolteaba por los aires pasando sobre las cocinas, haciendo fotos de vez en cuando (Google Earth hace algo similar).

Además de los candidatos, los miembros del jurado eran estrellas de la competición, salidas desde los 19 países concursantes. Formaban el jurado: el Presidente Jérôme De Oliveira, chef del equipo ganador en 2009; Gabriel Paillasson, Presidente Fundador; y Pascal Molinas, Presidente del comité internacional de organización. Huésped en este concurso como Presidente de Honor fue el célebre pastelero japonés Kazuaki Takaï.

El resto de los equipos quedaron clasificados de la siguiente manera: 4º Japón, 5º Corea del Sur, 6º EE.UU., 7º Singapur, 8º Taiwán, 9º Reino U nido, 10º Rusia, 11º China, 12º Marueco, 13º México, 14º Brasil, 15º Malasia, 16º Colombia, 17º Argentina, 18º Túnez, y 19º Uruguay.

La 12ª Copa del Mundo de Pastelería concluyó con una elegante cena de gala en el centro de congresos en la Cité International, donde, entre autoridades, huéspedes de honor y prensa, el equipo español llegó cargado de regalos con la reluciente Copa tal como aparecen en la foto con el autor de estas líneas. Una velada estupenda con un riquísimo menú, champagne y espectáculos de bailes con demostraciones de mimo y música. 

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