El bar-restaurante El Gravat de Vic (Barcelona) ha organizado una exposición de varias obras de arte comestibles realizadas por diferentes autores, cocineros y/o artistas. Se trata de disfrutar de la obra de arte en una nueva dimensión: el gusto. La novedad será que, excepcionalmente, la obra de arte se podrá digerir.
El día 23 de marzo fue la subasta-inauguración celebrada por el actor Enric Llort que, entre la ironía y la seriedad, resultó realmente muy divertida. El conjunto de las obras era muy completo y los compradores pujaron fuerte por adquirirlas, especialmente las de Ramón Morató y Jordi Parramón.
Terminada la subasta, los clientes se sentaron a la mesa y se les sirvió una réplica de la obra adquirida, (la expuesta llevaba hecha demasiadas horas).
Hasta el 18 de abril, estarán expuestas las fotos de cada obra (algunas son difícilmente repetibles a diario, pues se trata de arte efímero) y además la carta del restaurante incluirá las obras:
Oliva amb Martini
AST (El plaer de la mort) de Jordi Parramon
El millor formatge del món.
MANIFIESTO DEL ARTE COMESTIBLE
Un pan con tomate es más bello que la Victoria de samotracia. Una escudella amb carn dŽolla contiene más carga conceptual que un Tàpies. La perfección de una tortilla de patatas es tan fascinante como el David de Miguel Angel. Un buen queso hace babear más que cualquier obra de Barceló. Para convertir en extraordinario lo cotidiano y lo extraordinario en cotidiano, necesitamos sublimar todo aquello que tocamos: lo que se mira, se toca, se lee, se tiene que transformar en belleza. Nos alimentamos de poesía, música, escultura, sexo, pintura, cine, fotografía. Pero no podemos olvidar sublimar y transformar en bello instinto alimentario. Su potencial de belleza vendrá básicamente del gusto y del olfato, pero también, si queremos, del oído, la vista y el tacto. Aquello que comemos también se puede convertir por imaginación o tradición, por misterio creativo o alquímico, porque somos aquello que comemos, por placer gustativo o composición pictórica, en obra de arte. Pero ninguna otra obra permitirá una interacción tan estrecha entre el artista, la obra y el espectador: El espectador ingiere la obra. Cada molécula de la obra pasa a formar parte del espectador y quien sabe si generará otro acto creativo en su cerebro. Finalmente, cerrando el círculo de misterio creativo, el espectador cagará la obra. bello como el encuentro entre un ajo y un vaso de aceite sobre la mesa de la cocina. Es evidentemente un arte efímero. Pero hemos crecido y subsistimos ingeriendo pequeñas obras de arte: sólo nos falta decidir que lo son, en un gran "ready-made" diari.
Obras: Taula after eight de Cesc Molera Ast (el plaer de la mort) de Jordi Parramon Oliva amb Martini i Bloody Mary de Pep Pelfort Sensacions de Ramón Morató Rostit de boca de Nuria Vall & Oriol Sala
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr