AJOBLANCO DE ALMENDRAS Sopa fría, sustento de los hombres que se hacían al campo para las faenas de las vides y la vendimia, cuyos fundamentos son las almendras, el aceite de oliva y el ajo, que le da nombre.
Se tomaba con lo que se podía coger del terreno; es decir, un racimo de uvas moscatel que, al contrario de lo que se cree, no se echaban en la sopa, se desgranaban del mismo racimo directamente a la boca entre sorbo y sorbo del refrescante y nutriente ajoblanco.
Se cuenta que a finales del siglo XIX un ingeniero que hacía su trabajo de catastro rústico por los pechos de la Axarquía (Málaga) en pleno verano, probó un tazón de ajoblanco que le ofreció una mujer para refrescarse y quedó tan sorprendido que, cuando regresó a la capital, difundió la sencilla y pasmosa receta.
Ingredientes para 6 personas:
200 gr de almendras 1 rebanada de pan cateto (100 gr) 2 dientes de ajo 1 racimo de uvas moscateles 1œ l de agua 2 cucharadas de vinagre de Jerez 1 vaso de aceite de oliva virgen extra Sal (al gusto)
Elaboración:
Las almendras se ponen en agua hirviendo un momento para quitarles la piel y se apartan. En un recipiente se deja el pan remojando.
En un mortero se labran las almendras con los ajos y sal al gusto. Cuando está bien machacado, se le añade la miga del pan y se sigue majando, mientras se le agrega, paulatinamente, el aceite hasta obtener una pasta homogénea y blanca, donde no se puedan diferenciar ninguno de los ingredientes. Alcanzado este punto, se comienza a desleír lentamente la pasta con agua, mientras se sigue moviendo para evitar que se haga demasiado líquida. Cuando alcanza la densidad deseada, se le agrega un chorreón de vinagre y se sirve con algunas uvas moscateles. Se toma frío.
AJOGAZPACHO Sopa fresca y rica que hermana los dos gazpachos blancos de semilla: el ajoblanco de almendras y el ajoblanco de habas.
El gastrónomo, periodista y escritor Julio Camba, (1882-1962) decía que la cocina española está llena de ajo y de prejuicios religiosos. Pero su uso no es sólo patrimonio español. El ajo (Allium sativum) era empleado 3.500 años a.C. en Egipto para alimentar a los esclavos, convencidos de que proporcionaba fuerza; en la Grecia y Roma clásicas se utilizó como un poderoso afrodisíaco; además, Hipócrates (460 - 355 a C) decía que era buena medicina y Plinio (63-113) afirmaba que curaba la tisis. El profeta Mahoma (571-632) no se quedó atrás y recomendaba aplicar ajo sobre las picaduras o mordeduras para acelerar la curación de éstas. Durante la Edad Media adquiere el carácter de repelente de brujas, vampiros y entuertos. El ajo, omnipresente en nuestra cultura y gastronomía, debe comerse siempre que se pueda crudo para aprovechar sus propiedades como refiere el dicho: ajo cocido, ajo perdido.
Ingredientes para 6 personas:
100 gr de habas secas 100 gr de almendras 1 ó 2 dientes de ajo 1 rebanada de pan cateto (150 gr) Vinagre (al gusto) 1œ l de agua (fría) Œ l de aceite de oliva virgen extra Sal (al gusto)
Elaboración:
Las habas se dejan en agua el día anterior.
El pan se coloca en un plato con un poco de agua para que empape.
Se pelan y se majan las habas hasta conseguir una pasta fina y harinosa; entonces, se agrega el pan y se vuelve a labrar. A la pasta resultante se le incorporan los ajos y las almendras sin piel (para quitarles la piel se le da un hervor de un par de minutos) y se vuelve a trabajar en el mortero, añadiéndole el aceite poco a poco para que ligue bien hasta alcanzar una pasta fundida y homogénea.
Por último, se le añade el vinagre, la sal y la cantidad de agua que se desee hasta conseguir una sopa más o menos espesa. Se sirve frío.
ZOQUE Zoque es un término que deriva del árabe suqât que significa desecho u objeto sin valor. Posiblemente haga referencia a que se emplean los trozos de pan duros y no aptos ya para el consumo; de ahí que ?zoquete? sea definido en el DRAE como: Pedazo de pan grueso e irregular, es decir los que sobraban de la comida y se guardaban en la talega para su reciclaje como pan rallado, sopas o base de los gazpachos; ya lo dice el refrán: a buen hambre, no hay pan duro.
Zoque es sinónimo de gazpacho de tomate más o menos denso en la mayoría de los pueblos, sin embargo en Benamargosa (Málaga) -de donde es esta receta- se llama zoque indistintamente a este singular gazpacho y al limón cascarúo (con más carne que zumo) con el que se hace esta sopa.
Ingredientes para 4 personas:
2 limones de zoque Pimienta molida (al gusto) 1 cucharada de pimentón 1 ó 2 dientes de ajo 1 rebanada de pan cateto 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra Vinagre (al gusto) Sal (al gusto) (Pimienta negra en grano)
Elaboración:
El pan de miga asentada (pan de varios días comprado) se moja, se escurre y se aparta.
Se mondan los limones y con un tenedor se le quita el agrio (el zumo) y se pican sobre una sopera.
En un almirez se labran los ajos, unos granos de sal, la pimienta, el pimentón y el pan desmigajado, mientras le agregamos poco a poco el aceite y, cuando están bien majados, se le añade la sal y el vinagre al gusto y se vierte sobre los limones.
Por último le añadimos agua fría, removemos, probamos de sal y vinagre y se sirve.
Entre las variedades que admite este refrescante plato, fruto de la imaginación y la necesidad, está el agregarle al majaíllo un pimiento muy troceado para favorecer su labrado y un tomate. También, se puede servir con cuscurrones de pan frito.
Si se quiere que el zoque sea más ligero, se le añade al majaíllo el agua fría, se sazona, se mueve un poco y se pasa por un colador sobre la sopera donde está partido el zoque (los limones).
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr