En Verano, Uno de Cada Tres Padres Españoles Deja Beber Alcohol a sus Hijos Menores

Según el buscador de vuelos y hoteles jetcost, a veces los padres se dejan llevar tanto por la relajación en verano que permiten a los menores beber alcohol pensando que no tiene importancia.

De su encuesta acerca de las experiencias de los europeos durante sus vacaciones, se desprende que, en esta época del año, muchos padres relajan un poco las normas hacia sus hijos en comparación con el resto del año.Más de tres cuartas partes de los encuestados (77%) contestó que sí. Entre el 23% que contestó que no, opinan que aunque se esté fuera de casa no significa que los niños puedan convertirse en salvajes.

Por otra parte, en cuanto a los que sí relajan sus normas con sus hijos, las razones más frecuentes fueron que al estar de vacaciones, merecen disfrutar un poco más de la vida. Entre las cosas que los padres dejaban hacer a sus hijos que normalmente no eran comunes el resto del año destacan. Acostarse más tarde de la hora a la que habitualmente lo hacen,  Jugar o pasear fuera de nuestra vista con desconocidos (otros niños y sus familias), Comer lo que quieran y cuando quieran (56%), Gastar su dinero o la paga como quieran, sin decirles que no deberían comprar ciertas cosas y beber bebidas alcohólicas (35%).

Los padres que comentan que les dejan probar bebidas alcohólicas lo hacen cuando el niño tiene una edad media de promedio de 10 años. Cuando se les preguntó qué bebidas alcohólicas eran más propensos a dejar beber a sus hijos estas fueron las principales respuestas: alcopops –pequeñas botellas con refresco y cierto porcentaje de alcohol fuerte, que suele superar el 5%– (35%), sangría o tinto de verano (30%) y cerveza (27%). Sólo el 3% de los encuestados admitió que dejaron beber a sus hijos algo considerado más fuerte, como copas.

Desde Jetcost les llama la atención la edad a la que los padres españoles empiezan a dejar beber a sus hijos. Aunque no sea algo habitual, solo sea en vacaciones o sea simplemente para brindar, creen que los padres tienen que ser suficientemente responsables como para no inculcar determinados hábitos entre sus hijos.