Valencia Y su Gastronomía

          Valencia, comunidad autónoma bastante conocida en verano no solo por sus playas, sino también por su comida. El marisco y los platos que se sirven en los chiringuitos son el día a día de meses como julio o agosto. Pero esta gastronomía no debe ser valorada solo en nuestras vacaciones, y esto es lo que el chef Ricard Camarena ha intentado explicar en una entrevista realizada por Europa Press. Las apariencias engañan, y más aun a aquellos cercanos. Detrás del decorado se encuentra el verdadero tesoro. Un tesoro que según el chef aun no se ha explotado a fondo.

     Ricard Camarena defiende que la gastronomía valenciana tiene un gran peso, pero que necesita de una mayor explotación. La cadena de producción, desde la materia prima hasta la elaboración del producto, es de alta calidad. El potencial y las vistas de cara a un destacable futuro son reconocibles. Contando con chefs tanto de primera como de segunda entre sus filas, Valencia no tiene excusa. Según Camarena, el problema es el paisano, que es el primero que ha de darse cuenta de la calidad de los restaurantes que hay en su propia ciudad. Recuerda que no hay que irse a París, se puede comer con un mismo nivel de calidad a un precio tres veces más barato en esta comunidad española.

    El chef, que ya cuenta con una estrella Michelín, va camino de los cuarenta y tiene a su cargo su propio restaurante con una plantilla de 34 personas. Es reconocido como el mejor chef valenciano, candidato en el año 2012 al premio por excelencia de la Real Academia de Gastronomía Española, aunque dice que 2013 ha sido un año aun mejor. Al definir su vida lo hace diciendo que ha sido la superación de un cúmulo de fracasos. Normalmente, el profeta no es querido en su tierra, pero este no es su caso. Aunque Camarena diga las verdades con gran sinceridad, los valencianos lo siguen queriendo.

     'Sin necesidad de tomar el tren, o el avión', los residentes en Valencia tanto en vacaciones como durante el año completo, pueden disfrutar de la alta cocina. Un poco de mayor confianza en la familia y un  empujoncillo permitirán la explotación de la buena gastronomía valenciana. Así que ya saben, París no está tan lejos como pensaban algunos, tan solo a unos cuantos kilómetros en coche, y tiene playa.