Un local emblemático de Barcelona volvió a abrir sus puertas al público el pasado viernes 10 de julio: el Bar Velódromo, un histórico que se ha renovado manteniendo su aspecto y carácter originales. La artífice de esta restauración ha sido la empresa catalana Cervezas Moritz en una decidida apuesta por volver a hacer de este establecimiento un punto de encuentro en la cosmopolita ciudad reuniendo de nuevo a todos los públicos que antiguamente llenaban el local -con muchos literatos- y le daban su estilo personal y a la vez a la clientela más joven que no tuvo la suerte de respirar el ambiente del mítico local.
Carles Abellan, propietario de varios establecimientos gastronómicos barceloneses y especialmente reconocido por el exitoso Comerç 24, está al frente de la parte gastronómica del proyecto, con el que se pretende recuperar un clásico casi desaparecido: la oferta de un café-bar-restaurante en el que ninguno de estos conceptos predomina por encima del otro. Una oferta que se desgrana con propuestas para todas horas del día y para todos los bolsillos. Desde desayunos de tenedor a las 6 de la mañana para aquellos que han alargado la noche o se han despertado temprano, a vermuts familiares los domingos o resopones a la una de la madrugada. Abellan ofrece, además, una carta de platos de cocina catalana que arranca desde primera hora de la mañana hasta última hora de la madrugada.
La historia del bar El Bar Velódromo abrió en 1933 en el reciente estrenado barrio del Eixample, acogiendo tertulias y reuniones políticas. Estuvo activo hasta el año 2000, cuando se jubiló el hijo del fundador, siendo un local de copas muy de moda en los años ochenta y noventa.
Fue entonces cuando Cervezas Moritz adquirió el establecimiento con la intención, desde el principio, de recuperar su estilo original art decó para convertirlo en punto de encuentro del mundo cultural barcelonés, como ya había sido en el pasado, mediante su oferta gastronómica y diversas actividades culturales y artísticas.
El Velódromo del siglo XX El local ha sido remodelado por el estudio Pilar Líbano, que ha ampliado su superficie, creando nuevos espacios y dotándolos de nuevas tecnologías de climatización, acústica, iluminación y ambientación.
La reforma respeta los valores arquitectónicos y decorativos de las diferentes épocas. Se han restaurado los elementos más visibles y característicos del diseño original de 1933: la escalera y las barandillas de caoba, las cornisas teñidas por la nicotina, los estantes del espejo de la barra, el billar y gran parte del mobiliario, entre otros.
De los años 80 y 90 se han conservado la barra principal de formica y acero cromado y la fachada de entrada de acero con el emblemático grafismo del pulpo y algunas frases sobre el cristal de los ventanales como ?bocadillos calientes?.
25/07/2018 | 8:36 Vaig descobrir el lloc, sortint de les De la Barraquer. L,estructura em va xiflar. El menjar va estar a l,altura de la part estètique i la part humana molt x damunt. Com arribo amb les pupiles dilatades han arribat a llegir-me la carta !! Despres de cada revisio em dono el plaer de dinar a un lloc mitic i que recomano a tots els mallorquins. Enhorabona
Buscadora de cosas ricas, ya sean desayunos, comidas o meriendas. Por los Madriles y alrededores. Y productos. Que no todo es salir, a veces cocino en casa.
Se formó en la escuela de hostelería de la Casa de Campo en Madrid del 1992 al 1995. Tras graduarse empezó su trayectoria profesional como 2º de cocina en el restaurante Paradis (1995-1997).
Cocina Hermanos Torres is accoladed with two stars by Guide Michelin, a maximum three Repsol Suns by the most important Spanish dining guide and a green Michelin star for their sustainable efforts.
Incluir en su carta recetas de nuestros mayores, revisadas con su instinto creativo, conservar los sabores y comidas de nuestra huerta y de cocinar con productos tradicionales, le ha servido para convertir a Almoradí en un referente comarcal a nivel gastr