La Gastronomía en los Premios Príncipe de Asturias

La propuesta no es en absoluto descabellada, la gastronomía española contribuye y mucho a mostrar España en el extranjero, es referente mundial de la alta cocina y una gran parte del turismo que nos visita lo hace por la restauración.

Otras disciplinas seguramente no tengan tanto peso en el exterior, ni tantos partícipes de la misma como la cocina.

Muchos de nuestros chefs son referente mundial, galardonados con los más altos premios que se conceden en Europa y en otros lugares del mundo. Pocos países han tenido durante tantos años, un restaurante como el mejor del mundo, este es el caso de “el Bulli”, que lo fue durante cuatro años y ahora “el Celler de Can Roca”. Tenemos también dos restaurantes entre los diez primeros del mundo: “Mugaritz” y “Arzak”, además del restaurante de Quique Dacosta que ocupa el lugar 26 y el primero de los restaurantes europeos.

No se pueden tener mejores embajadores, en una disciplina que además es del gusto de todo el mundo.

En otros países ya existen precedentes, en Francia, Paul Bocuse recibió la medalla de la Legión de Honor, premio similar al Príncipe de Asturias.

Pero en España nunca fuimos profetas en nuestra tierra, por ejemplo, Ferrán Adriá tenía ya un montón de premios fuera de nuestras fronteras, cuando se le empezó a reconocer su labor en el solar patrio. Todo lo contrario de los franceses por ejemplo, que valoran lo suyo por encima de todo. De chauvinismo deberíamos aprender nosotros un poquito.

Fue Quique Dacosta quién empezó a plantearse este tema y después de hablar con Rafael Ansón, presidente de la Real Academia Española de Gastronomía, este decidiera presentar la candidatura a los mencionados premios.

Ya se hizo un intento por parte de la RAG, presentando la candidatura de Ferrán Adriá, candidatura que no tuvo éxito. Pero ahora la RAG se ha rodeado de un equipo de 11 cocineros, a modo de equipo de futbol, de los más reconocidos y galardonados de España, para presentar la candidatura y que están dispuestos a batallar duramente por conseguirlo.

En el reglamento de los premios Príncipe de Asturias, se dice que premian la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria, de personas, instituciones o grupos, también en el ámbito internacional. Se conceden en ocho categorías: Artes, Ciencias Sociales, Letras, Comunicación y Humanidades, Investigación Científica y Técnica, Cooperación Internacional, Concordia y Deportes.

Las candidaturas las pueden presentar personas o instituciones de reconocido prestigio, que hayan demostrado ejemplaridad y proyección internacional.

Según estas normas, no vemos problema en la candidatura gastronómica, ejemplar lo es, después de luchar contra viento y marea para conseguir los resultados obtenidos.

Y proyección internacional, difícilmente podemos encontrar otra disciplina, si exceptuamos el deporte, que tenga tanta repercusión en el extranjero como la gastronomía.

En cuanto a la categoría, podría concursar en las Artes, quien puede decir que no es arte alguno de los platos de nuestros chefs, tienen presentación, aroma, sabor…

También podría estar entre las Ciencias Sociales, no hay reunión social sin gastronomía. E incluso en la Investigación Científica y Técnica, no faltan en la cocina actual innovaciones técnicas encaminadas a sacar mayor provecho de los alimentos.

La gastronomía española se merece un premio de esta categoría, el que sea.