Mordiscos de Ironía

El concierto gastronómico "Divas de fogones" ya se ha fogueado por varias localidades madrileñas y dentro de la gira por distintas ciudades españolas tendrá su próxima escala el 11 de mayo en el teatro Almodóvar de Puertollano. Esta obra pretende "acercar la ópera como algo gratificante, emotivo y divertido" según ha afirmado la directora y autora de la misma,  Carmen Rosa.

Divas de fogones forma parte del menú de  otras  muchas obras de la cartelera madrileña, tales como La Cena de Joan Carles Belviure y El pimiento Verdi de ALbert Boadella. De hecho el pianista Borja Mariño trabaja en Divas de Fogones y en el espectáculo verdiano en Los Teatros del Canal.

El argumento de la obra trata de la grabación de un programa de cocina. Las protagonistas son María Tosca, una cantante lírica que ha conseguido ser líder de audiencia dando rienda suelta a su hobby culinario, y Carmen de los Ángeles, una amiga suya que acude como invitada al programa para promocionar su nuevo disco, titulado Aromas. Ambas "rivalizan" en directo sobre sus conocimientos culinarios y enológicos pero fuera de cámara las divas sacan su rivalidad más fiera: guerra de egos, celos, secretos y traiciones de amantes compartidos.

Beatriz de Lanza como la presentadora María Tosca, Sonia de Munck como la invitada Carmen de los Ángeles e Inma Ochoa, la regidora, son las intérpretes de este menú cómico-musical.  La directora se ha insipirado en las comedias musicales de Broadway para esta obra, confesándose "admiradora" de las mismas. Piensa que "son el tejido inspirador para que los espectadores no habituales de la ópera digieran los temas de la partitura teatral". Concretamente Carmen Rosa ha convertido de hilo conductor de la trama de su obra, uno de los temas de Leonard Bernstein en su obra musical La bonne cuisine, estofado de rabo de buey.

En el caso de Divas de fogones, el plato rabo de buey al vino tinto lleva no solo mordiscos de ironía, sino además grandes dosis de música. El repertorio musical incluye doce piezas de autores como Bizet, Offenbach, Puccini, Verdi, Chopin, o Léo Delibes.  

En esta obra la afinidad entre los componentes es más que aparente, las declaraciones de la directora refiriendose a sus actrices como "unas actrices de primera" lo confirman. Se refiere a ellas cariñosamente como sus "criaturas" y que ha "aprendido mucho escribiendo con ellas".

En el test con la audiencia parece que su receta funciona, "el público se emociona y sale con ganas de cantar, ese es nuestro objetivo", añade Carmen. Un menú optimista.