Diego Guerrero Crea un Vino Propio en la Bodega “ponte Da Boga”

Antes de abrir el pasado 1 de julio su nuevo restaurante “DSTAgE”, el doble Estrella Michelin Diego Guerrero se desplazaba a la Ribiera Sacra para poner en marcha un proyecto que aportaría exclusividad a su nuevo local, ofreciendo a sus clientes un vino con marca propia.

 “La dificultad que implica hacer un vino en la Ribeira Sacra, toda la artesanía y el cariño que hay detrás, le da un valor increíble”, opinaba Guerrero. Por ello ha decidido realizar este proyecto en una zona denominados por los expertos como un lugar de “viticultura heroica”.

Con la ayuda de Dominique Roujou de Boubee y Rubén Pérez, asesor y director técnico respectivamente de la bodega “Ponte da Boga”, Guerrero comenzaba la búsqueda de un vino diferente y capaz de sorprender a los comensales del “DSTAgE”. El cocinero explicaba que realizar este proyecto con “una bodega pequeña, familiar, que hace las cosas con cariño, me hace sentir muy cómodo”.

Tras barajar diferentes propuestas ofrecidas  por Roujou de Boubee, Pérez y el equipo técnico de su bodega, Diego Guerrero se decantaba por la combinación de dos variedades tradicionales de uva de la Ribiera Sacra, aunque poco extendidas: la uva Brancellao y la Merenzao, con vinos de la cosecha del 2013 que se ensamblarán para sorprender al cliente con “un vino diferente y original de alto nivel, de calidad, que acompañe nuestra cocina, que encaje en nuestra casa, y que transmita la dedicación, mimo y compromiso que tenemos con nuestra profesión, porque amamos lo que hacemos y queremos que el cliente viva una experiencia única”, explicaba el chef.

El lanzamiento de este vino se llevará a cabo en noviembre, tras el embotellado y su posterior reposo, y podrá ser servido a los clientes del “DSTAgE”. Así, Diego Guerrero, formado en cocinas como las de Martín Berasategui, Goizeko Kabi y elBulli, se lanza en una iniciativa capaz de hacer más personal y atractivo su nuevo restaurante, tras abandonar el año pasado el “Club Allard”, con el que obtenía sus dos Estrellas Michelin y dos soles Repsol y en el que desarrollaba su gran creatividad.

Ahora, en su propio restaurante “DSTAgE”, cuyo nombre corresponde a las siglas de “Days to Smell Taste Amaze Grow & Enjoy” (“Días para oler, saborear, disfrutar, crecer y divertir”), las creaciones que el chef trabajaba en el Club Allard se hacen completamente suyas, combinándolas con un singular vino de marca propia y bajo un techo que a partir de ahora será su casa.